El tiempo es oro
Vivimos en una sociedad en la que tendemos a dedicar 90 minutos a una hora. Corremos para cumplir los plazos. Así que cuando tu jefe te pide que liberes tiempo para hacer una presentación, sientes que es demasiado. Preferirías invertir ese tiempo en tareas más valiosas, como esa llamada telefónica con ese gran cliente o simplemente rellenar los granos de la cafetera para poder disfrutar de tu taza de café a las 11 de la mañana antes de la reunión mensual del sprint. En nuestro mundo en el que siempre estamos bajo presión de tiempo, las presentaciones o reuniones -y sus preparativos- a menudo parecen una pérdida de tiempo. Pero, ¿y si te dijéramos que hay una forma de hacer que las presentaciones y las reuniones sean atractivas e interactivas, dando a todos la oportunidad de hacer oír su voz y utilizando el tiempo de forma eficiente?